Blogger Template by Blogcrowds.

EL CÍRCULO DEL ENOJO

miércoles, 19 de noviembre de 2008
El dueño de una empresa gritó al administrador, porque estaba enojado en esemomento.

El administrador llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de gastar demasiado, al verla con un vestido nuevo.

La esposa gritó a la empleada porque rompió un plato.

La empleada dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar.

El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda, porqueobstaculizaba su salida por la puerta.

Esa señora fue al hospital a vacunarse contra la rabia y gritó al joven médicoporque le dolió cuando le aplicó la vacuna.

El joven médico llegó a su casa y gritó a su madre, porque la comida no era desu agrado.

La madre le acarició los cabellos diciéndole: -"Hijo querido, mañana te haré tu comida favorita. Tú trabajas mucho. Estáscansado y necesitas de una buena noche de sueño. Voy a cambiar las sábanas detu cama por otras bien limpias y perfumadas para que descanses contranquilidad. Mañana te sentirás mejor...”.

Luego lo bendijo y abandonó la habitación, dejándolo sólo con suspensamientos... En ese momento, se interrumpió el CÍRCULO DEL ENOJO, porque chocó con la TOLERANCIA, con el RESPETO, con el PERDÓN y con el AMOR.

Así que si has ingresado en un CÍRCULO DEL ENOJO, acuérdate que con tolerancia,respeto, disposición al perdón y sobre todo con amor... puedes romperlo. ¡Inténtalo!

Cuando nos toca la catástrofe

No está bien que se elimine todo sufrimiento, ni está bien tampoco que se sufra estoicamente. Hay que hacer buen uso del sufrimiento, hay que aprovecharlo para la gloria de Dios. Lo que hace que una vida sea feliz o infeliz no son las circunstancias exteriores, sino únicamente nuestra actitud interior con que las enfrentamos.
El sufrimiento es el arado que labra nuestros corazones para abrirnos a la verdad. Si no fuera por el sufrimiento, no reconoceríamos nunca nuestra culpa, nuestra impiedad, ni la terrible injusticia de la condición humana.

Amor sin condiciones

Señor,Muéveme al fin tu amor, y de tal maneraQue aunque no hubiera cielo, yo te amara,Y aunque no hubiera infierno, te temiera.

Ya no tienes que darme porque te quiera,Que aunque lo que espero no esperara,Lo mismo que te quiero te quisiera.

Ámense unos a otros

Lo más grave e impactante del asunto es que los seres humanos están infectados de un virus que se llama el materialismo. Es como la lepra; no duele y cuando menos acuerdas ya no tienes cura. La única solución, desgraciadamente, es el llamado de Dios con desastres. Es desilusionante que todos los grupos cristianos hablan de que ya son salvos porque confesamos a Cristo. Pero, cuando uno necesita de un vaso con agua, todos se esconden y no te lo dan.
He ido a tres iglesias cristianas y ninguna me preguntó ¿cómo te siente? o ¿necesitas provisiones? Al menos necesitas un trabajo, no cada cual en suyo sintiéndose salvo y lo demás no les importa. ¿Cómo pueden hacer eso si realmente Dios les hablara? Lo primero que diría sería "ayuda a tu hermano que tienes junto a ti, acompáñalo y cumple mi mandato. Ámalo, ámense unos a otros." Un mandato de nuestro Señor Jesús no es que si queremos o no. Debemos de ser obedientes.

Nuestra tarea

Madre Teresa

Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios. El amor, para que sea auténtico, debe costarnos. Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal y da todavía más. Sin nuestro sufrimiento, nuestra tarea no diferiría de la asistencia social.

El don del sufrimiento

No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices, quiere que seamos capaces de amar y de ser amados, quiere que maduremos, y yo sugiero que precisamente porque Dios nos ama nos concedió el don de sufrir; o por decirlo de otro modo: el dolor es el megáfono que Dios utiliza para despertar a un mundo de sordos; porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a poco va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen también nos hacen más perfectos.

¡Seguir adelante!

Los niños nos enseñan una lección que los adultos debemos aprender. Cuando hemos fallado, en lugar de sentir vergüenza, levantémonos y pongamos manos a la obra. La mayoría de los adultos somos tan temerosos, tan cuatos y, en consecuencia, tan cohibidos e inflexibles…Es por eso que fracasan tantos seres humanos. La mayoría de los adultos de mediana edad se han resignado al fracaso.